11 sept 2013

GAITEIROS DE OUTROS TEMPOS OS POCHOLOS

 BEARIZ TIERRA  de aficionados a la mùsica.  Unos nacidos en estas latitudes otros que por los avatares de la vida fijaron su residencia en este pueblo,en una època que la localidad y su entorno recibian a los foraneos con los brazos abiertos,que soltaban anclas para  ganarse el pan de cada dìa y poder proporcionar el sustento del conjunto familiar,al lado de Marcofàn, cuyo filon de sus minas de estaño y wolframio,consituyeron   en una etapa  la gloria y esperanza de las gentes de estos  lugares.
  Fuè asì como un dìa arribaron a esta tierra,amable y acogedora una familia,compuesta de mayores,algunos màs jòvenes y otros niños.
  La minerìa estaba en su apogeo y lo que actualmente se mueve con dòlares,producto de la emigraciòn se movìa con el "metal pesetas",que se extraìa de los yacimientos de Marcofàn y otras zonas productoras de casiterita y wolframio.
   Los bolsillos de los màs probres,guardaban entre sus forros las pesetas-mineras de aquellas fechas manadas de los yacimientos de Marcofan,O Testeiro,Pico Blanco o Penamarela.   Por lo cual aquella riqueza animò a gentes de otras zonas,fijar residencia   en estas latitudes.
  Y como del bolsillo depende todo,o parte de ello. Empezaron  sonar  asì las notas de la gaita, que algunos de aquellos foraneos quisieron que en las largas noches de invierno, existiese  alegrìa  a la luz del candil lanzando sus notas melodiosas a los aires,tanto desde el alto de A Forxa como desde O Alto do Iglesario,   que  no es lugar de  gaiteros ni mùsicos; pero si de campaneros.
   Allì se afincò conocida por el sobrenombre de "Os Pocholos" la familia,de gaiteiros, llegada de las tierras de Noya,para ganarse el pan de cada dìa en las minas y  hacer sonar las notas de sus gaitas y pandereta  para  alegrar tardes y largas noches  de invierno, asi como  puestas del sol al agarimo de la eira,   donde si unos tocaban los otros daban los pasos de la rumba,   ceñidos  a aquellas  jòvenes  de una època que dieron color y brillo a una aldea minera y campesina.
 Igual que lo hacen ahora con la mùsica de esas renombradas orquestas, que derrochan luz y sonido,previamente gravado para hacer     mover esta juventud  de nuestros tiempos,que se halla parada y no sabe marcar el paso para  arrancar,   o rascar la pua sobre una cuerda de tripa de gato,como las mi LAUD,  que desde aquella    juventud    sigue colgado de la pared de mi despacho.Donde  algùn dìa hago sonar sus cuerdas como cuando era joven y tocaba aquellas bonitas obras que tanto gloria dieron  al paìs:     " España Cañì".    "El Gallo".  "Muiñeira de Chantada " o "A foliada de Tenorio".Que Os Pocholos, Senèn o Os Chispas de Magros,lanzaron a los aires por caminos y corredoiras,  porque fueron gaiteros de otros tiempos.  Unos como aficionados.Otros por necesidad,porque de la nota de la gaita tambièn podìa salir el pan de cada dìa. Por lo cual   era preciso repartir alegrìa y humor.
  Aquellos Gaiteiros de Noya,movìan las pala y la piqueta en las minas,para extraer el mineral de los filones y por la noche hacìan sonar la gaita,al lado de la hoguera de toxos y carqueixas. Cuando ahora la mùsica te la han gravado y se compra con dinero,aunque no lo haya;    pero te la venden para escuchar al oido.   Porque ya no hay mùsicos, pueblerinos como "Os Pocholos", Benito, Senen, o Os Chispas, (musicos de otra època).
  Y es que  en este paìs hasta la musica va mermando. Porque si queda alguno que rasca las cuerdas con la pua. Otros se meten la mano en el bolsillo y se la rascan todo el dìa,porque ya no hay quien, sepa:  De barrenas, picos o palas,como aquellos   "Gaiteiros",que despuès de picar en el tajo, con la luz del candil o el reflejo lunar, hacìan sonar las notas de sus instrumentos,en la oscuridad de la aldea,las largas noches de invierno.
 Que  la rasquen  los demas,    aunque salga algo caro.  Porque los filones del oro de Marcofan,   siguen ocultos,esperando que surjan otros "Pocholos",que vulvan alzar la piqueta y tocarnos  la gaita.





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