29 may 2014

LOS CALZONCILLOS DE RONALDO GANO EL REAL GANAMOS TODOS

ESTO DE LA VICTORIA  del Real Madrid,  al conquistar la copa,me hace recordar cuando un determinado dìa,me fuì de compras por la ciudad,para proveerme de unas prendas intimas, que es lo que màs    precisaba.
   Me acerco a la tienda de costumbre,donde ya una joven dependienta me conoce de otras veces.Me saluda con un habitual amabilidad y de pronto me dice.    Puès vaya que los del Real se han llevado la copa.Seguramente que hoy le voy a vender de lo ìntimo de Ronaldo.ese tocaculos que luce sus pantorrillas y mete goles hasta por la escuadra,para luego arrodillarse y elevar las manos al cielo.
   Es que lo del fùtbol,ha acaparado la atenciòn de la aficiòn y en general de los españoles,tanto asi que hasta se han olvidado las urnas,a las que tanto suelen adorar,para zambullirse en la Cibeles que al final es donde suelen manifestarse las glorias del deporte.No asì lo de los triunfos electorales,que al paso que vamos  aumentaran los graderìos;pero  bajaràn las papeletas en las urnas.
    Aquì en este que es mi pueblo,no se cotempla mucho la diferencia de colores.Siempre los mismos,porque son los que ganan y asì ganamos todos.
       Y como decìa aquel viejo de mi pueblo: Hay que axudar a avaca que tira .  . . .


   
                      

14 may 2014

AQUEL ADINERADO CON ZOCOS

 ERAN AQUELLOS tiempos cuando los adinerados de las aldeas se convertian en prestamistas,puesto que lo de depositar las pesetas en los bancos,era poco habitual para las gentes rurales.
   Aquellos señores del campo que solìan dedicarse a la agricultura y la ganaderìa,reunìan aveces sumas de dinero que luego prestaban a los paisanos de su aldea o a otras que les conocìan a las cuales solìan cederle sus dineros percibiendo los consiguientes "reditos",como asì se denominaban los interes que se abonaban por tales operaciones.
   Recuerdo que un determinado señor de una aldea limìtrofe,   se habia convertido en el prestamista al cual acudìa mi padre para hacer sus operaciones comerciales.
   Cuando aquel no disponìa de fondos,le recomendaba un convecino,que solìa dedicarse a la   misma actividad.
   Un dìa estando en la tienda con   mi padre atendiendo a los clientes.Un tal señor le hablò al oido a mi padre y le dijo:   Veño da feira,vendìn a becerra e quero deixar aquì os cartos.
   Mi padre que en aquel momento no tenìa necesidad,le dijo:   Non os preciso. Luego el paisano le insistiò:  Bueno Manuel ahì os tes gardos,   a min non me fan falta  e tì negocias con eles.
   Mi padre recogiò la suma sobre el mostrador en medio de los clientes y la pasò a la caja.
   Transcurrieron  varios años y una tarde dando un paseo por la carretera en las cercanìas de mi casa.    Se aproximo uno de aquellos prestamistas para saludarme.    Entablamos la consiguiente conversaciòn y de pronto,pasando la gorra sobre  su frente me dijo:   Teu pai moi listo.   A conta dos meus cartos e dos de Benito.    Estudiou os fillos,  pasou boa vida,  fixo bos negocios.  E eu inda ando en zocos sin    calcetins     e os meus fillos por Amèrica.   E vos sodes os marqueses de povo. 


    

3 may 2014

¡ LA PILA DONDE ME BAUTIZARON ERA DE PIEDRA ¡

ERA DE PIEDRA GRANITICA se hallaba instalada a la derecha de la entrada de la iglesia,en ella recibimos el sacramento del bautizo los hijos de Beariz de muchos tiempos.   Màs   tarde fuè sustituida   por una de màrmol de pedestal.  La pila de piedra pasò al atrio de la iglesia al frente de la entrada principal,en cuyo lugar permaneciò por espacio de varios años.Parece ser que un  crego poco escrupuloso la  vendiò,   sin que actualmente se sepa de su paradero. 

 Fuè   el mismo  cura que comercializò el atrio de la iglesia,para convertirlo en cementerio,cuando anteriormente otro regente,    elimino las sepulturas antiguas,   obligando a los feligreses a construir un nuevo cementerio,   adquiriendo para ello las fincas colindantes,donde su ubicaron los nuevos  nichos

 Han  sido los comportamientos de ciertos regentes parroquiales,que en vez  de cuidar el patrimonio,hallaron en el la rentabilidad de sus actos,sin el menor escrùpulo,para satisfacer sus apetencias,    uniendose a sus comportamientos,la desidia de varios feligreses que presumiendo de buenos parroquianos,no dudaron  en  ser colaboradores, de cierta clase de atropellos que se contemplaron y que ahora saltan a la vista.