30 jul 2012

LA CARTILLA DE RACIONANIENTO


FINALIZADA la guerra española se estableciò en el pais la CARTILLA DE RACIONAMIENTO.Un documento personal el cual era imprescindible para abastecerse en los establecimientos de comestibles,la que se complementaba con la Tarjeta de Abastecimientos,donde figuraban los datos personales de la persona,como identificaciòn.
Se trataba de una especie de libreta la cual en el interior de la pagina superior figuraba el nombre del titular,compuesta de varias hojas de cupones numerados de los cuales el establecimiento abastecedor retiraba el correspondiente a cada artìculo,genereralmente productos alimenticios.
Cada establecimiento incluido en la red de abastecimientos,contaba con sus clientes y mensualmente o cada dos meses la Comisarìa de Abastecimientos y Transportes enviaba a las cabeceras de los municipios los consiguientes artìculos,sujetos a racionamiento.
Una junta local de abastecimientos,presidida por el alcalde se encargaba de la entrega a los comercios del cupo correspondiente,segun el censo de cada uno,que estos luego distribuìan a sus clientes.
En las aldeas la distribuciòn de productos sujetos a racionamiento funcionaba con bastante descontrol,dàndose el caso que algunos meses, a cada racionado le correspondia un litro de aceite un kilo de azucar y tambièn un kilo de cafè, asì como algùn artìculo màs.Lo que originaba que familias numerosas de las tantas que existìan el la zona rural,renunciaran a retirar los productos del establecimiento o le pedìan al comerciante que al corresponderle seis kilos de azucar, y otros tantos litros de aceite,lo ùnico que retiraban era un litro de aceite y un kilo de azucar,puesto que el consumo de varios artìculos no era frecuente entre las gentes de las aldeas rurales.
Pero pronto surgieron los listos de turno que recogìan en la tienda,cuanto le correspondìa,como a su vez lo de algùn vecino y luego acudìan a las ferias a venderlos a precios màs altos,lo que diò origen al popular comercio clandestino denominado "Estraperlo".
Tambien la cartilla surtìa otros efectos como documento identificativo de su titular.No se habìa establecido el d.n.i. y el ùnico documento de identificaciòn personal,no muy popular era una cartulina a modo de tarjeta,denominada: Cedula. Rondando el comentario,que la autoridad para identificar a una persona le decìa:Enseñeme su Cèdula.
En cierta ocasiòn una señora,procedente de una aldea del contorno viajò a la capital para tormar el tren,rumbo a otra ciudad,a donde se dirigia para junto de su hija.Una vez acomodada en el asiento,se acercò a ella un agente el que muy cortès le solicitò la documentacion, dicèndole:Enseñeme su cèdula.¿Como dice vostede?. Le contestò la señora. Que me enseñe la cèdula. Como vou levantar eiqui a falda para mostrarñe a cèdula.Teremos que ir para outro sitio mais agarimado. Eu a cèdula sola a enseño o meu Manuel. Señora, no se trata de eso.Yo le pido el documento que acredite quien es usted. Eu son un a muller de ben, e mire vostede o ùnico que teño conmigo e a cartilla do razonamento, porque vou para xunto da filla e a levo para que me den o pan e mais o eceite.
Despuès de lo ocurrido la anciana logrò identificarse ante la autoridad con la cartilla de racionamiento.
Si el cotarro no cambia,los españoles estamos abocados a volver a la cartilla de racionamiento.No para identificarse sino para proveerse de articulos en la tienda.

16 jul 2012

GOZOS Y SOMBRAS DE LA EMIGRACION

FUE por la dècada de los años cincuenta cuando al preguntarle a un  conocido por sus hijos, muy ufano me contestò que habìan emigrado a hispanoamèrca.Pasò algùn tiempo y he vuelto a cruzarme con èl en la calle  y despuès del saludo de rigor,le preguntè  de nuevo por los  hijos.Su respuesta no se hizo esperar:Xa me mandaron un a carta para decirme que venda as vacas e que non traballe mais,xa que eles  me mandaran cartos a barrer.

El paisano antendiò el ruego de sus hijos,aunque sì atento a aquel dicho:"En ningùn lugar atan o cans con longanizas".Y aunque  con sus dudas,vendiò las vacas empezando una nueva vida como un "señor".Acudìa  al bar con màs frecuencia que antes.Paseaba por la corredoira.Los domingos acudìa a la misa mayor,aunque no fuera al bar a tomarse el vermout.  Pero si despuès de la comida se pasaba màs tiempo jugando a las cartas,que cuando tenìa que conducir sus vacas a pastar.

Pero esa nueva vida de aquel vecino, empezò a sufrir los contratiempos que el no se había imaginado,ante las promesas de sus hijos:Faltaron la  vacas y la leche.Faltaron los huevos porque al no cultivar la finca,no se producìa el grano para alimentar las gallinas.Faltò el cerdo que durante parte del año permanecìa en el cubil,para sacrficarlo y abastecer la despensa,Faltaron los ingresos cotidianos del hogar sin depender de los demás.

Corrieron los tiempos y un gran dìa los hijos de Manuel volvieron a la aldea ofreciendo una imagen diferente a la que habìan dejado impresa,cuando con  sus maletas emprendieron la carrera de la emigraciòn.Sus coches eran del los ùltimos modelos y su juventud y su etiqueta daban a la vivienda un nuevo colorido jamàs imaginado.Josè y su esposa ambos llenos de  contento acudìan con ellos a ferias y romerìas y sus coches llamaban la atenciòn por carretras de macadan y corredoiras de la aldea.

Pronto surgiò la idea de la casa nueva,puesto que la que era su cuna ofrecìa una imagen que no encajaba en la categorìa que se imaginaban habìan adquirido.De pronto surgiò el proyecto que se convirtiò en realidad;pero la vuelta a Amèrica  no se hizo esperar dejando la nueva morada,la que se abrirìa por periodos de vaciones,permaneciendo cerrada a cal y canto el resto del año. Pasaron los años y Manuel y Marìa continuaron en la aldea como unos màs,hasta alcanzar su jubilaciòn, la que les permitiò encauzarse en otra forma de vida sin depender de los demàs, organizando de nuevo la despensa con el producto de su trabajo,aunque no  volvieran poseer sus vacas.Las aguas retornaban a sus cauces mientras los hijos continuaban siendo emigrantes.

Y como el tiempo corre para todos.Pasaron los años y aquellos jòvenes formaron sus familias fuera de su patria,encauzandose en actividades comerciales al otro lado del mar; pero con la añoranza de su cuna natal,a la que siguieron acudiendo por pequeños perìodos,hasta que los años le hicieron la consiguiente mella,para que un dìa quisieran recuperar lo que habìan despreciado.La renta de un trabajo en la patria donde nacieron y que un dìa despreciaron,donde muchos  han quedado para que pudiera conservar el calor,que otros pretendieron perdiera y se enfriara.

Si la emigraciòn fue gozo de muchas gentes.Ya se nota la sombra de aquellas imàgenes que si antaño fueron  de  veneraciòn,la sombra empieza empañarlas borrando estampas de un paso para ofrecer otras de un presente.

Muchos de aquellos que creyeron no poseer nada en su paìs, empiezan a conocer la realidad comprobando como  el abandono y el desprecio  al lugar que les viò nacer, sigue  guardando algo en sus entrañas,a lo que se creen acreedores y aunque asi no sea,   se lo dan,   porque quedaron aquellos patriotas dispuestos a salvar vicisitudes y trabajar con ahinco por un futuro mejor,para forjar un porvenir,del cual reparten para que todos seamos iguales en el lugar que nos viò nacer,aunque unos acà y otros allà,porque quienes de jòvenes dejaron el calor de la cuna natal,de viejos dificilmente   puedan recuperarlo.