EN BEARIZ,como casi en la mayorìa del rural, algunas de las personas gozaron desde siempre de un sobrenombre", mas bien denominado apodo o mote. En Beariz existìa una determinada persona,que su especialidad era bautizar a los demàs,con un mote o apodo,del cual el ya disfrutaba desde niño.Porque si a unos le llamaban "enano", el se conocìa como Currucho (rincòn pequeño).
Recuerdo que siendo joven a mi tambien pretendieron bautizarme con un sobrenombre,al igual que a mis hermanos. Sin embargo mis padres que conocìan "el latin pueblerino",nos advertian que cuando alguien nos llamara por un sobrenombre, no hicieramos caso. Asi mantenìamos la advertencia familiar y jamàs cuando alguien querìa ejercer su prepotencia, con el apodo lo lograba porque aplicàbamos la norma de " a palabras vanas,oidos sordos.
Pero si recuerdo que una generaciòn de jòvenes de esta localidad,han sido bautizados-valga la expresiòn-,con alguno de aquellos motes,por los que actualmente se les conoce.Claro està porque no han sabido aplicar la respuestas de: "Palabras vanas oidos sordos".Por ejemplo: El Rios, El Chichiman, El Vaca, El Grela. El Cañì. Y asì otros que en determinada etapa de su vida fueron rebautizados y no adoptaron las conductas que tal trato se merecìan,lo que motivaron que en varios casos tales apodos se hayan transmitido a sucesivas generaciones.