14 may 2014

AQUEL ADINERADO CON ZOCOS

 ERAN AQUELLOS tiempos cuando los adinerados de las aldeas se convertian en prestamistas,puesto que lo de depositar las pesetas en los bancos,era poco habitual para las gentes rurales.
   Aquellos señores del campo que solìan dedicarse a la agricultura y la ganaderìa,reunìan aveces sumas de dinero que luego prestaban a los paisanos de su aldea o a otras que les conocìan a las cuales solìan cederle sus dineros percibiendo los consiguientes "reditos",como asì se denominaban los interes que se abonaban por tales operaciones.
   Recuerdo que un determinado señor de una aldea limìtrofe,   se habia convertido en el prestamista al cual acudìa mi padre para hacer sus operaciones comerciales.
   Cuando aquel no disponìa de fondos,le recomendaba un convecino,que solìa dedicarse a la   misma actividad.
   Un dìa estando en la tienda con   mi padre atendiendo a los clientes.Un tal señor le hablò al oido a mi padre y le dijo:   Veño da feira,vendìn a becerra e quero deixar aquì os cartos.
   Mi padre que en aquel momento no tenìa necesidad,le dijo:   Non os preciso. Luego el paisano le insistiò:  Bueno Manuel ahì os tes gardos,   a min non me fan falta  e tì negocias con eles.
   Mi padre recogiò la suma sobre el mostrador en medio de los clientes y la pasò a la caja.
   Transcurrieron  varios años y una tarde dando un paseo por la carretera en las cercanìas de mi casa.    Se aproximo uno de aquellos prestamistas para saludarme.    Entablamos la consiguiente conversaciòn y de pronto,pasando la gorra sobre  su frente me dijo:   Teu pai moi listo.   A conta dos meus cartos e dos de Benito.    Estudiou os fillos,  pasou boa vida,  fixo bos negocios.  E eu inda ando en zocos sin    calcetins     e os meus fillos por Amèrica.   E vos sodes os marqueses de povo. 


    

No hay comentarios:

Publicar un comentario