2 dic 2012

ALBITE LA TABERNA DE AYER Y EL TURISMO DE HOY

   DESDE TIEMPOS inmemoriables las aldeas de la zona rural disponìan de su establecimiento,en el cual los vecinos solìan abastecerse de los màs perecederos artìculos,tanto alimentarios como algunos de los màs elementales para el desenvolvimiento de sus actividades,sin necesidad de tener que desplazarse a las ferias,que generalmente eran los puntos comerciales donde se hacia normalmente al aprovisionamiento para los hogares.
 Las aldeas que componen la zona rural del tèrmino en su mayoria  contaban  con este tipo de establecimientos,denominados en el argot pueblerino como tabernas.Entre las asistentes en la zona unas gozaban de mayor popularidad que las otras.Bien por sus dependientes o propietarios como por el  trato que solìan dedicarle a los clientes.
  La taberna de Roo en Albite, era una de las cuales contò en determinadas fechas con mayor popularidad.Su propietario   Josè,  conocido por Ròo, brindaba a sus clientes una atenciòn esmerada,lo que hacia que estos fuesen  asiduos al establecimiento y que a menudo acudiera a tomarse la taza de vino del ribeiro o a comprar un par de zuecos para deambular por las corredoiras,cubiertas de lodazal.
  Al no existir la carretera de Beariz-Ermida, por lo cual la ruta por caminos se hacia a travès del lugar de Albite o por el entorno del mismo,invitaba a  que la taberna de Ròo fuese lugar elegido como parada de viandantes y trotamundos.Al borde del camino y con la fuente enfrente el tabernero solìa recibir a cuantos circulaban por la corredoira con los que entablaba la consiguiente charla,y si el grupo alcanzaba los cuatro  o los seis,se formaba la consiguiente partida de birisca,a la cual el popular cantinero era gran aficionado y actuaba como partìcipe en la contienda .
  Fuè quizà este establecimieto el que en tiempos pasados diò nombre a una aldea agrìcola y ganadera,poblada con unas gentes activas en todos los aspectos de excelentes dotes y cualidades comerciates,hasta los dientes, que dieron origen a que Albite,sonase por los puntos feriales de la peninsula.Los tratanates de ganados de este lugar,ejercìan sus activiades por ferias de diversos puntos del territorio.Los centros feriales de Castilla y  Cantabria contaban a menudo con la presencia de los tratantes de Albite,donde sus equinos acaparaban la demanda,de tal especie que tiempos atràs constituyò el medio,en las labores agrìcolas de ayuda al hombre del campo,tanto para el trasporte como la roturacion de las tierras,lo que se hacìa visible  en las llanuras de la meseta castellana, donde se contemplaban a cada paso  parejas de animales tirando de carros y aperos de labranza.
   Y si Albite ya es historia de un pasado,en su trayectotria de tiempos antiguos.No ha sido igual,cuando a un lugar semi-abandonado por sus moradores,al seguir otros  rumbos,se le ha querido imprimir una nueva de forma de vida,para su resurgimiento:    El turismo rural  .Algo que no ha cuajado en un lugar que ha pasado de agricola, gandero y comercial, a una aldea de emigrantes,que dejando atràs sus  costumbres,se inclinaron por actividades comerciales en tierras de America y no con el recuerdo de sus antepasados para volver a su terruño,sino borrando costumbres y añoranzas para afincarse en las cercanìas de su cuna en villas o en ciuadades,dejando de lado el legado y las enseñanzas de quienes le trajeron al mundo y les criaron .Entregando su pueblo a alguien que no ha sabido conducirlo por su  cauce de regreso a la vida,sino con el afan de  querer imprimirle algo nuevo haciendo inversiones millonarias,con el proyecto de la implantacion   de una actividad, que bièn se suponìa no se traducirìa en rentable para recobrar la vida de un lugar,cuyo nombre y vida proporcionaron aquellas otras gentes y la Taberna de Ròo: "Beber e vamos,decìa su dueño a los clientes". Pero no el turismo rural como una  actividad que ahora ya  se ha vuelto   historia.






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