ME OCURRIO AYER cuando al regresar de viaje,me sorprende en el cruce de la calle Vàzquez Ogando con Merelles,un toro negro jaspeado con blanco,caminando por el centro de la calzada a plena oscuridad entre el reflejo de las luminarias y el pavimento.
Esta clase de astados vagando por el poblado,dan buena muestra de esa popular frase importada de allende de los mares y que por aquì ya se vocaliza, frecuentemente entre determinanos sujetos, cuando por algo que no encaja se le trata a alguien de"buey".
Se da el caso que ese viandante de cuatro pezuñas,no era buey sino toro armado de cornamenta,muy similar a los que tiene un amigo mìo allà por tierras de Extremadura, y cuando voy a visitarlo,despuès de la comida me dice:Si quieres te echamos un torillo para que le des unos capotazos.¿Te gusta el blanquinegro,que ya tiene bonita cornamenta?.Pero tienes que recibirlo de frente,porque si lo haces de lado empieza a coces contigo y no te deja. Pues efectivamente yo el de ayer lo he recibido de cara,si lo hago por el rabo,me destrozaria el capò del coche. ¿ Y luego a quien le reclamo?.
A uno le gusta esta clase de animales,porque cuando te hallas en la aldea,si no ves la Pinta o la Elvira, ya no es aldea como la de antes de cuando eramos niños: Habìa La Cuca, La Gallarda, La Morena,La Cachorra y otras varias,como La Negra de mi abuelo,que no le gustaba el carro.Porque en aquellas fechas todos tiraban del carro:Las vacas y los bueyes, porque habìa de todo, cuando ahora ya no queda nada de aquello de cuando eras niño. Por eso de vez en cuando salta el toro donde menos lo piensas y claro como ya has tirado la capa y la espada, haber que valiente se planta con el trapo en plena noche y nada menos que ante un zahino de buena cornamenta y con toda la calma,ya que la calle,tambièn es suya. Porque los de mi amigo por aquelllas anchas tierras de Extremadura, corren de lo lindo,a rabo tendido cuando el sol brilla sobre su piel cubierta de pelo,a la luz del dìa.
Aquì hasta los toros se hicieron vergonzosos y aprovechan la oscuridad de la noche y la luz de las luminarias,para enseñar su testuz y su cornamenta,embistiendo al cuatro ruedas que no lleva capa ni banderillas. Pero es un peligro que està ahì como otros tantos,dando muestra del abandono imperante por estas latitudes,donde ya gozan de mas preferencia los animales que las pocas personas,que por aqui se mueven a la luz de la luna.
Por lo tanto haber cuando nos animamos a disponer del coso taurino,para cuidar que la fiesta no desaparezca, como nacional que lo es, aun cuando los "Nois" no la quieran.Pero aquì que continue aunque sea de noche,porque como dice la canciòn: Ese toro que se ha escapado de la manada. O la otra:Torito bravo no me lo mires de esa manera,deja que adorne el bonito cuerpo con su montera.
Esta clase de astados vagando por el poblado,dan buena muestra de esa popular frase importada de allende de los mares y que por aquì ya se vocaliza, frecuentemente entre determinanos sujetos, cuando por algo que no encaja se le trata a alguien de"buey".
Se da el caso que ese viandante de cuatro pezuñas,no era buey sino toro armado de cornamenta,muy similar a los que tiene un amigo mìo allà por tierras de Extremadura, y cuando voy a visitarlo,despuès de la comida me dice:Si quieres te echamos un torillo para que le des unos capotazos.¿Te gusta el blanquinegro,que ya tiene bonita cornamenta?.Pero tienes que recibirlo de frente,porque si lo haces de lado empieza a coces contigo y no te deja. Pues efectivamente yo el de ayer lo he recibido de cara,si lo hago por el rabo,me destrozaria el capò del coche. ¿ Y luego a quien le reclamo?.
A uno le gusta esta clase de animales,porque cuando te hallas en la aldea,si no ves la Pinta o la Elvira, ya no es aldea como la de antes de cuando eramos niños: Habìa La Cuca, La Gallarda, La Morena,La Cachorra y otras varias,como La Negra de mi abuelo,que no le gustaba el carro.Porque en aquellas fechas todos tiraban del carro:Las vacas y los bueyes, porque habìa de todo, cuando ahora ya no queda nada de aquello de cuando eras niño. Por eso de vez en cuando salta el toro donde menos lo piensas y claro como ya has tirado la capa y la espada, haber que valiente se planta con el trapo en plena noche y nada menos que ante un zahino de buena cornamenta y con toda la calma,ya que la calle,tambièn es suya. Porque los de mi amigo por aquelllas anchas tierras de Extremadura, corren de lo lindo,a rabo tendido cuando el sol brilla sobre su piel cubierta de pelo,a la luz del dìa.
Aquì hasta los toros se hicieron vergonzosos y aprovechan la oscuridad de la noche y la luz de las luminarias,para enseñar su testuz y su cornamenta,embistiendo al cuatro ruedas que no lleva capa ni banderillas. Pero es un peligro que està ahì como otros tantos,dando muestra del abandono imperante por estas latitudes,donde ya gozan de mas preferencia los animales que las pocas personas,que por aqui se mueven a la luz de la luna.
Por lo tanto haber cuando nos animamos a disponer del coso taurino,para cuidar que la fiesta no desaparezca, como nacional que lo es, aun cuando los "Nois" no la quieran.Pero aquì que continue aunque sea de noche,porque como dice la canciòn: Ese toro que se ha escapado de la manada. O la otra:Torito bravo no me lo mires de esa manera,deja que adorne el bonito cuerpo con su montera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario