DESDE los tiempos primitivos, los montes fueron la fuente primordial del sustento de pueblos y aldeas.Unos basados en el pastoreo,otros como la comarca de Beariz,con la explotaciòn a su vez de los cotos mineros.
Pasarìan los años y nuevos gobiernos han imprimo a la zona rural,algo que a duras penas se vieron obligados a aceptar.Fuè como el caso de Beariz donde la repoblaciòn fortestal, fuè admitida a regañadientes por los vecinos de varias aldeas,que al privarles del pastoreo,les obligò a tomar nuevos rumbos,lo que serìa la emigraciòn.Sin embargo no todos se consideraron afectados por la trasformaciòn que se avecinaba con la plantaciòn de pinos y otras especies.Los trabajos generaron infinidad de empleos sobretodo para los jòvenes ajenos a las tradiciones arcaicas de sus progenitores,de vivir desde la mañana a la noche cuidando el rebaño de ovejas o cabras,en su mayorìa.
Les alumbrò la luz de otros horizontes con un futuro màs esperanzador.Acudìan a trabajar en los cotos mineros,que les reportaba mayores ingresos o bièn en algunos casos se iniciaron como personas màs cualificadas como aprendices y luego maestros de algùn oficio.
El pueblo de Magros del muncipio de Beariz,ha sido donde el impacto de la repoblaciòn forestal ha tenido mayor rechazo,por ser uno de los lugares donde el pastoreo era una de las actividades campesinas màs ancestrales,arraigadas desde tiempos inmemoriables.Tal es el caso que hoy en dìa todavìa se mantiene un rebaño de un centenar de cabras,conducidas a los apastaderos por Manuel,el emigrante retornado que quiere seguir manteniendo impresa la huella de su actividad de cuando era niño.Que asi como Magros, Bouza,Doade o Arnelas y otros lugares practicaban tambien el pastoreo en sus montes, en estos no ha habido continuidad.
Ha sido el correr de los años y parte de las gentes de estas aldeas,han optado por la emigraciòn.Tanto a paises americanos como Mèxico y Venezuela ,asì como a Centroeuropa,lo que ha originado que al regresar la mayorìan hayan optado por fijar nueva residenca en grandes ciudades del entorno o villas,donde hallan toda clase de servicos,de los cuales muchos de ellos no pueden disponer en su aldea de origen.Cuando actualmente el progreso llegò a todos los rincones,donde muchas cabeceras de Municipio,disoponen de servicios al igual que las ciudades,como puede ser el caso de Beariz o Aviòn,por citar alguno.
Sin embargo el contacto con lo rural,es dificil de perder y aquel que ha nacido en un pequeño nùcleo sigue conservando la "morriña",que a todo paisano suele afectar.
Se encargan de organizar la fiesta del pueblo, aparecen en cualquier evento donde su presencia puede resultar atractiva.Pero lo màs importante que se hallan censados en su municipio y al final,codeàndose con el "polìtico de turno",son los que maneja el cotarro de las "Juntas Vecinales de Montes en Mano Comùn",dejando a los que vivien permanentemente en el lugar en un segundo plano.
En difinitiva que la rentabilidad de los montes que actualmenete reportan sustanciosas sumas,se canalizan a gusto de unos pocos. Siempre bajo la estrofa del polìtico,que con la batuta partidista coloca la solfa en el atril,para interpretar la "obra", que mejor le suena.Mientras el viejo aldeano, que permanece acurrucado recibiendo el sol de la madrugada,cuidando la hoguera que todavìa lanza humo al espacio y que durante su infancia ha dejado los hilos de sus pantalones entre los matorrales de carqueixas cuidando sus cabras, no se entera ni de proyectos ni de inversiones. Ni de orquestas ni de de gaitas,porque los capitalinos,que saben hasta de mùsica son los que dirigen y tocan.
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