FUE EN 1950,cuando siendo joven tuve la oportunidad de conocer Marruecos,en aquellas fechas protectorado español,alguna de sus costumbres derivadas de una poblaciòn musulmana,que aun cuando bajo los dominios de otro paìs,brindaban respeto a aquellos que acudìan como visitantes.
Como los españoles arriban en cualquier esquina.Allì nos encontramos con el propietario de un restaurante,que al pasar por la calle y escuchar los gritos de Celta...Celta.se asomò a la puerta del establecimiento para unirse a nosotros,cuando aquellos musulmanes que tambièn nos querìan acompañar,se incorporaron para gritar al unisono:Celta,Celta que viva la Galicia.Paisa hoy ganamos
Y fue para presenciar una partido de fùtbol,en el que se enfrentaban los gallegos del Celta con los musulmanes del Tetuàn.Fue la fecha que nos uniò como amigos a todos.Los descedientes de àrabes que ocupamos la peninsula iberìca y los marroquies que todavìa continuan en su tierra poblando ese lugar,en el que los españoles ejercieron su dominio tantos años de ocupaciòn,con respeto y admiraciòn hacia una poblaciòn que merece los mejores elogios,por su confianza.
La corona española,mantiene desde siempre unos lazos de afecto y admiracion, por el pueblo marroqui,que su alteza Real don Juan Carlos,suele honrar con sus vistas a Marruecos.
Los que hemos tenido la aportunidad de conocer a sus gentes,llevamos gravado el recuerdo imborrable,que nos ha brindado una estancia,que si la obligaciòn ha sido servir a la Patria,consituyò el lazo de amistad con un pueblo el que perdurarà como el màs grato legado de una etapa de la vida, en la plenitud de la juventud.
Y fue para presenciar una partido de fùtbol,en el que se enfrentaban los gallegos del Celta con los musulmanes del Tetuàn.Fue la fecha que nos uniò como amigos a todos.Los descedientes de àrabes que ocupamos la peninsula iberìca y los marroquies que todavìa continuan en su tierra poblando ese lugar,en el que los españoles ejercieron su dominio tantos años de ocupaciòn,con respeto y admiraciòn hacia una poblaciòn que merece los mejores elogios,por su confianza.
La corona española,mantiene desde siempre unos lazos de afecto y admiracion, por el pueblo marroqui,que su alteza Real don Juan Carlos,suele honrar con sus vistas a Marruecos.
Los que hemos tenido la aportunidad de conocer a sus gentes,llevamos gravado el recuerdo imborrable,que nos ha brindado una estancia,que si la obligaciòn ha sido servir a la Patria,consituyò el lazo de amistad con un pueblo el que perdurarà como el màs grato legado de una etapa de la vida, en la plenitud de la juventud.
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