3 ene 2012

BEARIZ LOS DOLARES VUELVEN VOLAR

FUE LA DECADA de los años cincuenta, cuando procedente de México, una fuerte riada de dólares empezó a enriquecer los pueblos de Beariz y Avión, como años atrás durante la Segunda Guerra Mundial, ocurriera lo mismo con el comercio del wolframio.Llegada el fin esta bonanza, los vecinos de Avión y Beariz, así como de A Lama o de Boborás, pusieron rumbo a México. Primero lo haría el varón de la casa para más tarde arrastrar con él a su esposa y los hijos, para fijar su residencia, soltando anclas en el país donde el porvenir se le hacía visible. Generalmente como vendedores ambulantes, luego con sus establecimientos de mueblerías, para más tarde iniciarse en la hostelería, actividad que actualmente les viene aportando una sustanciosa riqueza dineraria.Con esta bonanza los pueblos de estos municipios empezaron a vivir una etapa boyante. Los modernos automóviles procedentes de México circulaban por pistas de tierra y corredoiras y las edificaciones de moderna línea imprimieron a las aldeas una imagen de progreso como jamás se había vivido.

Las remesas dinerarias canalizadas desde México, utilizando como conducto el servicio postal, hizo que la Oficina de Correos de Beariz y alguna otra alcanzase un movimiento histórico, sobre todo en la recepción de sobres certificados en cuyos interior viajaban los cheques en dólares y en varios casos la propia moneda en billetes de diferentes valores.

Alrededor de unos veinticinco millones de pesetas, se calculaba, salían casi a diario de la oficina postal de Beariz, en dólares, como valores declarados destino a Madrid que anteriormente habían arribado, procedentes de México.Pronto acudieron a Beariz y Avión y otras localidades limítrofes, las sucursales bancarias, cuya labor en su mayor parte consistía en la captación de dólares estableciendo sus oficinas en los más vistosos locales, cada cual la mejor.

Corrieron los años y nuevas generaciones, cambiando la mentalidad de estas gentes, han hecho que el ritmo emprendido, antaño con una bonanza surgida de la noche a la mañana, tomara nuevos cauces en sus inversiones.Ya no se construye como antes. Los coches aunque de las mejores marcas, no ruedan como antaño y los chalés han dejado de ser la nota dominante de las edificaciones, puesto que cada vez se construyen menos.Y en varias aldeas algunos permanecen cerrados a cal y canto, durante largos períodos.

Estos pueblos diezmados de habitantes perdieron el ritmo de la vida, porque las políticas desarrolladas por diferentes gobiernos dejaron bastante que desear. No se cumplió la norma de reinvertir parte del capital donde se ha originado y las entidades que lo acumularon lo destinaron a generar riqueza en otras latitudes, en beneficio de grandes empresas y de algunos astutos, que lamentablemente han originado bochornosos comentarios.

Pero lo más lamentable de una bonanza vivida, es que los dólares ya no viajan de México a estas aldeas, como lo hicieron entre los años de los setenta al noventa. Porque las tornas se han invertido. Y las sumas millonarias que llenaron las arcas de varias entidades, como también algunas generadas en este país, puede que hayan emprendido el vuelo a México donde se invierten en una actividad lucrativa como lo está siendo la hostelería.


Publicado en FARO DE VIGO 29-10-2011

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