4 jun 2013

AÑORANZAS DEL PASADO MENOS JARDINES Y MAS HORTALIZAS

   Las aldeas ya no son las de antaño.Donde antes eran caminos de tierra que durante el invierno se traducìan en barrizales,ahora se han dotado de pavimentos de hormigòn o asfàlticos,tanto asì que hasta las gallinas callejeras que tanto abundaban en las aldeas,han dejado de transitar por no tener donde hincar su pico,para encontrar la verde yerba para su papo.No existen los huertos donde hortalizas y toda clase legumbres se cultivaban como en los tiempos antiguos,con abonos naturales procedentes del ganado que su libre antojo pastaba por montes y praderias.
  Los purines de las explotaciones ganaderas,se esparcen sobre las mismas,para hacer que ràpidamente brote de nuevo el pasto.
 El campo ha pasado a otro plano,dejando se ser la despensa de una poblaciòn,que si antes era rural,ahora se caracteriza como capitalina.
   La cesta de la compra se abastece en las grandes àreas comerciales, donde existen toda clase productos.Desde verduras y lechugas,envasadas en bolsas de plàstico, Hasta el màs sofisticado artìculo que el cliente adquiere por la vista y la presentaciòn que le brinda.
   Pero es que toda esa clase de ofertas y envasados de los productos, no encantan  a determinada  clase de poblaciòn,  por lo cual ya se empieza a hablar de que parte de los jardines de las urbes,vuelvan a transformarse en huertos,donde se cultiven legumbres y hortalizas,intercalando algunas patatas de flores.
   Salta ya a la vista de quienes, pueden divisar desde su ventana,las terrazas de algunos vecinos,como ciertos pobladores de las grandes urbes,plantan en sus azoteas:Repollos,tomates o lechugas,volviendo a recordar el rural donde se han criado y vivido,y ahora se trasladaron e la ciudad,para ocupar un apartamento en una vivienda de renta limitada,dejando de lado aquella vida de joven cuando ayudaban a su abuela a plantar los repollos con abono de la cuadra,procedente de la burra o la vaca rubia,que le abastecia a su vez  de leche para el desayuno y la merienda.
   Recientemente he leido en la prensa,como determinadas parcelas de alguna ciudad,enclavadas entre barriadas de edificios,estàn siendo utilizas por sus dueños,como huertos,desterrando los jardines cuya aplicaciòn no reporta rentabilidad alguna y no abastecen la despensa.
   El autoabastecimiento de varios artìculos que pueden repercutir en la economìam y sustento de los hogares,empieza a hacer pesimistas a aquellas amas de casa,que cada mañana acuden al supermercado para abastecerse de productos precederos, que ella y su pareja podrìan seguir produciendo,aun cuando la edad le sea avanzada.Solo como un jovi o el complemento para equilibrar la economìa en los tiempos que  al paso que caminamos resultan  cada vez màs  pesimistas.
   Y si aquellos que se fueron a la ciudad,les invade la nostalgia de haber abandonado la aldea,por querer hacer una vida màs còmoda y donde todo se halla al alcance de la mano.Ya quieren retornar al pasado que han querido olvidar.Muchos de los servicios de los cuales hoy dependen una parte de la poblaciòn,son màs eficaces y asequibles en las aldeas,que en las ciudades.Centros mèdicos con todos sus complementos.Colegios,o centros sociales,forman actualmente parte del equipamiento para poder difrutar de una vida còmoda y sana en la zona rural y en varios casos dejando de utilizar la tarjeta ante el cajero del supermercado,porque al lado de la vivienda,hallas los repollos y las lechugas y en el patio cuidas las gallina y dispones de los huevos para el ponche mañanero o la tortilla de la cena.Y si preguntas donde puedes trabajar.La aldea tambièn ofrece oportunidades para aquellos que pretenden encauzarse en una nueva vida,como emprendedores y vivir en la zona rural.








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