ME GUSTA comer de restaurante y de vez encuando suelo hacerlo por la zona de las Rias Baixas,porque uno de mis platos predilectos en lo que respecta al marisco,son las almejas a la marinera.No es fàcil hallar muchos restaurantes donde el marisco se cocina en su sabor y su salsa,por ello cuando quiero saborearme algo que me gusta me dirijo a uno de aquellos,restaurantes donde suelen hacer las cosas a mi paladar y antojo.
Nos hallábamos mi acompañante y yo en uno de esos restaurantes,donde la cocurrencia los fines de semana suele ser masiva.Despuès de leer el contenido de la carta con los menùs del dìa,eligimos unos platos a nuestro gusto:Pulpo al estilo feria de la rìa de Pontevedra.Unas almejas a la marinera de la misma zona y una merluza a la cazuela.Para beber el vino albariño de la casa y complemento de gaseosa para rebajar su graduaciòn.
Estàbamos al final de la comida cuando se acerca a nuestra mesa una pareja de jòvenes y nos piden por favor si pueden sentarse a nuestro lado,puesto que existìa un espacio y al parecer,segùn manifestaron tenìan que marcharse a trabajar.Aunque no muy a gusto tratamos de complacerlos y tomaron asiento compartiendo mesa,aunque no mantel. Empiezan su conversaciòn de cuyas bocas sueltan unos vocablos,ajenos a la buena buena educaciòn y normal cultura.
De pronto el chico le pregunta a su compañera,que tal se portaba con ella el chulo del jefe.La joven le responde: Es algo carota y ayer me metiò la mano. Entonces el chico le contesta: ¿Y porque no le diste un par de hostias?.¿Para que?: Le responde la chica. Si luego al final de mès me hace la liquidacion. Prefiero aguantar un poco,porque al fin y al cabo si no me mete la mano èl,otro lo harà,porque como estàs viendo en este paìs,la mayorìa meten la mano,aunque algunos se equivoquen y metan la pata.
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