POR los años (1920),se afincò en Beariz una familia de gitanos de procedencia extranjera.Segùn parece pertenecìan a aquellas familias que procedìan de Ruamnìa o Hungrìa.Una vez que llegaban a los Pirineos,se reunìan y se distribuian por diferentes latitudes,dentro de la peninsula Ibèrica,para no afincarse todos en la misma zona.Aquella familia habìa llegdo a Beariz y muy pròximos a donde hoy se halla mi casa,sentaron plaza y levantaron su tienda.Permanecieron en el mismo paraje por espacio de largo tiempo y una de sus actividas como modo de vida era arreglar utensilios domèsticos,sin que actuasen en faenas del campo,sus ocupaciones eran las clàsicas.Sin embargo practicaban la pesca y como buenos maestros de caña, sedal y anzuelo,solìan hacer buenas pescatas,que luego vendìan a los vecinos como fuente de ingresos.En aquellas fechas no habìa los perìodos, generalmente se practicaba todo el año,excepto en invierno debido a la climatologìa.
Como Beariz por su situaciòn geogràfica,fuè desde siempre un lugar de pasada de trotamundos. Por los años (1940),tambièn una compañìa ambulante de teatro,sentò plaza en la localidad, desarrollando su actividad artìstica en el bajo de la Casa de doña Flora.
Fuè allì donde salìò a escena la obra de Don Juan Tenorio.En aquella sala de teatro abarrotada de pùblico de todas las edades.Y como decìa "don Juàn":Es preciso meter mano,al idioma castellano,donde hay tanto que arreglar.
Y no solo fueron novedades en Beariz gitanos y compañìas teatrales.Un matrimonio afincado en la capitalidad,que ambos trabajaban como sastre y modista,llamados Gerardo y Benita.Al haber construido una amplia casa (la que todavìa se conserva).idearon darle aplicaciòn instalando una sala de cine.
Era tambiè la misma dècada de los años (1940) y Beariz como la mayorìa de los pueblos rurales de Galicia,no contaba con energìa elèctrica,por consiguiente la proyecciòn de la cintan cinematogràfica,se hacìa con làmpara de acetileno (carburo) y a mano se iba moviendo la manecilla del carrete de la pelìcula.Era mudo y el cinematògrafo (en este caso Gerardo o Benita),paulatinamente transmitìan al respetable en voz alta,el guiòn de la cinta a medida que se desarrollaba la pelìcula.
En muchos casos no coincidìan tèrminos con la pelìcula; pero dada la clase de la concurrencia,normalmente niños,no surgìan reclamaciones.La entrada UN REAL ( 25 cèntimos de peseta). Con derecho a silla.
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