NO SON LOS EMIGRANTES de tiempos atràs,con maleta de madera o fardela al hombro los que cruzan las fronteras en busca del porvenir,o se embarcaban a bordo del trasatlantico, rumbo a America. Son jovenes cualificados que despues de sacrificarse para dotarse con una titulaciòn,tienen que abandonar su hogar y su patria para poder encauzarse en una vida,que el lugar donde han nacido no le puede brindar.
Eran tiempos alla por los años cincuenta, asì como ya hicieran años atràs cuando los españoles se armaron de maleta para seguir la ruta de la emigración, en busca de un horizonte que en su patria no hallaban. Quizàs ahora este ocurriendo lo mismo.
Si antaño las maletas de madera subìan por la escalerilla,hoy lo hacen equipajes mas sofisticados y ordenador bajo el brazo, porque entre la documentacion del portafolios va impresa una titulacion, cuando antaño en aquellas maletas de madera o de cartòn, que componìan el equipaje se alojaba quizàs alguna herramienta o un par de zapatos viejos,que nunca habìan recibido ni crema ni cepillo.
Pero es ahora esta clase de viajeros,que poniendo el pie sobre el escalon,con portafolios y titulo bajo el brazo,se ven abocados a iniciar otra clase de emigracion cuando en su patria apenas ecuentran una oferta para poner en pràctica cuanto han aprendido en escuelas o facultades.
Es asì como danza este paìs,con una economìa rota por sus costados y quienes debieran ser los artìfices de la recuperaciòn y el desarrollo,se provistan de un billete para tomar el aviòn con la maleta siguiendo un rumbo donde puedan desarrollar sus culidades para ganarse el pan de cada dìa.
Eran tiempos alla por los años cincuenta, asì como ya hicieran años atràs cuando los españoles se armaron de maleta para seguir la ruta de la emigración, en busca de un horizonte que en su patria no hallaban. Quizàs ahora este ocurriendo lo mismo.
Si antaño las maletas de madera subìan por la escalerilla,hoy lo hacen equipajes mas sofisticados y ordenador bajo el brazo, porque entre la documentacion del portafolios va impresa una titulacion, cuando antaño en aquellas maletas de madera o de cartòn, que componìan el equipaje se alojaba quizàs alguna herramienta o un par de zapatos viejos,que nunca habìan recibido ni crema ni cepillo.
Pero es ahora esta clase de viajeros,que poniendo el pie sobre el escalon,con portafolios y titulo bajo el brazo,se ven abocados a iniciar otra clase de emigracion cuando en su patria apenas ecuentran una oferta para poner en pràctica cuanto han aprendido en escuelas o facultades.
Es asì como danza este paìs,con una economìa rota por sus costados y quienes debieran ser los artìfices de la recuperaciòn y el desarrollo,se provistan de un billete para tomar el aviòn con la maleta siguiendo un rumbo donde puedan desarrollar sus culidades para ganarse el pan de cada dìa.