9 abr 2013

PERSONAJES DE UNA EPOCA

   BEARIZ DESDE TIEMPOS  antiguos,ha sido lugar atractivo para cierta clase de gentes,que como aventureros o ansiosos de formar su vida,siguieron su rumbo en busca de horizontes mejores.Si la explotaciòn de la mineria ha sido un atractivo para que en estos lugares se establecieran gentes de diferentes latitudes.Otras encambio como personas de oficio se afincaron en alguno de estos pueblos donde ejercieron su profesiòn y estableciero su base de vida.
   Es el caso de aquel joven Jesùs Triñanes,natural de tierras de Noya que en plena juventud,portando en la fardela:"Suvela",  yunque y martillo ha elegido esta comarca para el desarrollo de sus cualidades de zapatero-remendòn,   radicàndose en el lugar de Magros  (1930),donde sentò  banquilla entregado a la actividad durante toda su vida.Allì contrajo matrimonio con una vecina del pueblo,del cual surgiron dos hijos. Formando un hogar donde (actualmente ya no xisten miembros de tal familia)
   Por sus cualidades como buen zapatero,pronto se ganò la simpatìa de conocidos y vecinos y su establecimiento,acomodado en un pequeño "cuchitril" de la aldea se comvirtiò con el tiempo en el centro de reuniones,nocturnas a donde solìan acudir varios jòvenes y mayores,a lo que aparte de zapateria hacia la vez de centro social.
   Triñanes un joven emprendedor,pronto apliò su actividad y aparte de remendòn,confeccionaba todo tipo de calzados,sobretodo  zuecos que eran los que imperaban en aquellas fechas.
   Un buen dìa viajò a Carballino,lugar que contaba en aquella epoca con curtidores de pieles y allì entablò las relaciones correspondientes con ciertos proveedores,que les facilitaban los cueros para que Triñanes pudiera mover su actividad como zapatero.  Encargò los primeras piezas para calzados,basandose en el de mujer:  Hacer los zuecos artesanales y al màs exquisito gusto de la mujer sobretodo joven.Adornaba las piezas de tal forma que las fèminas elegantes de la època querìan lucir el modelo de zueco o botina,confeccionados por Triñanes.    Todo lo hacìa por encargo y a gusto de la clientela bajo pedido y en algunos casos cierta clase de jòvenes,  elegia el modelo exclusivo,que nadie  le pudiera imitar.
  Pero este zapatero-remendòn amigo de fiestas y ferias,era un asiduo asistente a la feria de Doade,a la que solìa acudir  todos los meses.
   De madrugada el dìa de la feria iniciaba el recorrido de unos diez kilòmetros,llegando al medio dìa al centro ferial.  Alli se dirigìa al puesto de venta de pescados,donde adquirìa una docena de chicharros,vulgarmente conocidos por "xurelos".  Confeccionaba un garfio de una rama de "carballo" del cual los colgaba y se disponìa a realizar otras compras para el hogar.   Peces y feriante se pasaban el dìa recorriendo puestos y tabernas,acariciando a su vez faldas y pantalones de los concurrentes,que a cada rato le decìan:  Non me fregues os peixes as pernas".
   Asi pasaba la jornada retornando a Magros al anochecer para freir el pescado y saborearlo en familia,sin que faltase la correspondiente cunca  de vino,que a Triñanes le gustaba paladear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario