26 mar 2011

ESTAMPA CAMPERA DE LA VILLA

EL BEARIZ DE HOY UNA MAÑANA.-

ERAN las diez de la mañana de este sàbado dia 26 de marzo. Como los demàs dàs, me hallo desayunando.
Tazòn de cafè de pota con leche.Tostadas de pan con mantequilla y antes un poco de confitura de fresa,lo de costumbre.Escucho un ruido diferente al de la maña anterior.
Me asomo al exterior y ante mi casa,por la Avenida del Generalìsimo,cuyo nombre data de la fecha en que unos entusiastas que    " gobernàbamos " y que asì como hicimos otras cosas,nos hemos convertido en los padrinos del nomenclator local,cuyo nombre siguen identificando esta calle de la villa.
Observo que repiquetando sobre el pavimento,camina un grupo de equinos. Varias yeguas capitaneadas por el garañòn,siguièndoles, potros y potrillos que componìan la atractiva manada.Una estampa que con bastante frecuencia,se contempla en Beariz "El Ranchito",desde hace unos años acà,porque todo cambìa hasta la fisonomìa de los pueblos.Donde antes cantaban jilgueros,mirlos o gorriones. Jugaban niños y se movìan gentes.Ahora rebuznan y galopan equinos y transitan vacas mostrencas.
Pero no del todo la estampa de hoy resulta desagradable.Ni para mi ni espero que para el resto de los vecinos o alquien que viene a vernos los fines desemana.
Recuerdo por el año (1975), en un viaje de placer,por las tierras de La Rioja.Nos acercamos a Logroño en busca de alojamiento y al detenernos en una parada de taxi,un trabajador del oficio se acercò a nostros,ofreciendo sus servicios:
Paisanos.¿Que desean?.Un hotel, le contesto.Puès ahì al cruzar la plaza,ya lo tienen.Es el Hotel Murrieta,de los buenos.Dejen aquì el coche que no pasa nada por algo somos de la "terriña".Reseravamos las correspondientes habitaciones y despuès de cenar nos dispusimos a dar un paseo por la avenida,principal de la ciudad,que la contornean centenarios àrboles de sombra.Con luminarias que armonizan con la estampa de una ciudad,alegre y vistosa.
Una noche de verano despuès del fuerte calor riojano,cuando el sol hace brillar los racimos de uvas que engalanan los viñedos del bonito paraje,que rodea la zona. Al frescor de los àrboles que adornan la avenida,observamos que a lo lejos galopando,se acercaban a nosotros dos parejas de guapas riojanas,ataviadas al estilo de la tierra,a la grupa de sus caballos,luciendo sus cabalgaduras de gala,en una noche veraniega de un fin de semana.Es la estampa tradicional de un paìs,que cabalga y progresa.Ataviado con traje de fiesta y cuidando la tradiciòn heredada.La Rioja,la cuna del vino.
Pero no es asì la imagen de un Beariz,que donde antaño transitaban niños, jòvenes y mayores.Hoy deambulan animales sin dueño porque hasta eso ha faltado:Un patròn que tire de la rienda...

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